Quedarse mirando
Por algo se oscurece la sala y se aísla del ruido de las calles, al iniciar la proyección para poder ver y oir la película. Me interesa el documental como una mirada reposada sobre la realidad, como un detenimiento, aún sobre la velocidad frenética de los hechos. Veo las imágenes en movimiento como una forma de registrar aquello que se mueve dentro del cuadro y cómo lo hace, y no como una angustiada persecución de los pasos que huyen de nosotros. El cine fija el movimiento, el documental se detiene ante la vida.